Hoy hemos sido testigos del instinto cazador de nuestro Kongo. Estamos desolados y tristes. Y todo por la Keka, una conejita blanca que teniamos en casa y que ha querido conocer un poco mas de mundo. No sabemos como ha salido de la jaula. Estabamos en el jardin, de repente Juli grita, yo de espaldas me vuelvo y veo una bolita blanca que asoma por la puerta verde. Kongo y Kenya, echados sobre el cesped, al lado de Juli miran también hacia la puerta y Kongo, como una bala se lanza hacia Keka. Todo ha pasado en segundos, gritos, carreras, Kongo noooo, Kenya nooo, los dos tras su presa..no cejaban en el empeño de conseguir el trofeo. Sorprendidos por nuestros gritos hemos conseguido desconcertarlos y acudir en auxilio de Keka que malherida se habia escondido bajo el coche...
Juli echado en el suelo se desliza suavemente hacia ella y la coge, su corazón dice el, latia desbocado.
La hemos dejado de nuevo en su jaula sin imaginar que minutos mas tarde Keka ya nos abandonaria para siempre....Estamos tristes.
